Hoy vengo a destruiros el anime. ¿Os habéis dado cuenta de que hay un código de colores bastante explícito que determina la personalidad de los personajes? ¿No? Pues voy a contaros una historia.
Es la historia de dos onis, dos demonios japoneses.
El oni rojo es pasional y alocado. Recurre antes a la fuerza que a la cabeza y suele ser ruidoso y extrovertido. Es impetuoso, no puedes esperar que trace el plan para derrocar al imperio malvado, pero sí que sea el que lo ejecuta, más o menos.
El oni azul es calmado, reflexivo y tranquilo. Planifica con antelación y no suele mostrar sus sentimientos. Casi siempre será el que tenga las ideas brillantes y trace los planes, y el que pida un poco de tranquilidad para pensar las cosas.
Lo normal es que el conflicto entre ambos esté servido, porque son opuestos, pero también esto facilita una dinámica interesante en sus relaciones. ¿Son inflexibles o ceden a la forma de ser del otro? ¿Se odian, son aliados forzosos, son amigos?
Esta dinámica marca las rivalidades de anime. Es más, la distinción de los colores es tan obvia que es un mensaje en sí misma. Puedes saber qué va a hacer un personaje vestido de rojo o de azul antes de que lo haga. A veces el rojo es otro color cálido y el azul es otro color frío, pero casi siempre se mantiene esta norma. Y da puntos extra cuando el rojo es de clase social inferior, por cierto.
Me explico:
Jin y Mugen
Dos samuráis y dos formas opuestas de ver el mundo (y la espada). No se matan porque tienen una deuda que saldar, pero si pudieran…
Goku y Vegeta
Saiyan tontorrón y héroe aguerrido vs. saiyan estoico de pocas palabras, especialmente en sus primeras apariciones.
Naruto y Sasuke
¿Hace falta decir más?
Amuro y Char
Por si lo del «Cometa rojo» no daba pistas suficientes, Char está bastante ido de la cabeza, especialmente en la peli, mientras que Amuro vivía tranquilo y no quería pilotar ese robot. Vaya, esto me suena… El caso es que llevan la distinción de colores tanto en sus uniformes como en sus robots.
Fang y Vanille
Un ejemplo de que no tienen por qué llevarse mal. Simplemente son distintas.. Y llevan lo de llevarse bien al extremo, porque es la mejor historia de amor de Final Fantasy. Ni Cecil, ni Cloud, ni Squall ni Tidus. Ni de coña. Fang y Vanille.
Seiya y Hyoga
Si es que en esta imagen hasta parece que lo hacen adrede para darme la razón:
Rei y Asuka
Otro ejemplo perfecto.
Y una inversión de colores, para que veáis que a los occidentales esto no nos sale natural:
Korra y Asami
¡Se han cambiado los colores! La avatar que actúa sin pensar y la mejor científica de Republic City. Pero a ellas les da igual porque es AMOR.
EXTRA: Con añadir un tercer elemento a estas parejas estás creando una especie de triángulo freudiano. Freud era un señoro con ínfulas y muchos traumas que se inventó unas soplapolleces de flipar, pero esto puede servir para hacer el esquema básico de personajes de un relato. Si todos tus personajes son iguales, eso no hay quien se lo lea, y una de las formas más fáciles de crear conflictos es que haya polos opuestos. Pero esto está bien como ejercicio de estilo, no para evaluar la salud mental de alguien.
Así, Rei y Asuka tienen a Misato, por ejemplo. Y Naruto y Sasuke, A Sakura.
La Universidad de Mort 